jueves, 28 de junio de 2012

Cuando el cáncer se expande a los huesos


Por la Dra Aliza.
A veces, un cáncer que se originó en una parte del cuerpo puede diseminarse (expandirse) a otras, como a los huesos. Se dice, entonces, que la persona tiene metástasis ósea. En este artículo te contamos de qué se trata, cuáles pueden ser los síntomas y en qué se diferencia del cáncer de huesos propiamente dicho. Rina, Manuel y Elsa tienen un tumor en los huesos, pero en cada uno de ellos se trata de un cáncer diferente. Mientras que Rina fue diagnosticada con cáncer óseo (de los huesos) propiamente dicho, Manuel hacia tiempo que tenía cáncer del pulmón pero, como no tenía síntomas, recién puede notarlo ahora que el cáncer se ha diseminado a los huesos. Por su parte, Elsa hacía años había sido operada de cáncer de mama, y en uno de los controles actuales se enteró que esa misma condición ha vuelto a despertar, ahora en los huesos. ¿Qué diferencia hay entre ellos? ¿Si el cáncer está en el hueso, por qué no es lo mismo uno que otro? Esto se debe a que el cáncer es una formación celular anormal que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. O sea, se pueden desarrollar diferentes formaciones celulares anómalas (anormales), estos son los tumores o cánceres, que son muchos. De acuerdo al lugar en el que aparecen en el cuerpo inicialmente (que se denomina “sitio primario”), será el nombre que recibe el cáncer. Cuando esas mismas células aparecen en otro sitio después porque se diseminaron, ya son metástasis. Así, por ejemplo, cuando a Elsa la operaron hace 5 años fue para combatir un cáncer que se había presentado en sus mamas o senos. Ahora, ese mismo tipo de deformación celular que una vez tuvo en la mama se desarrolló en sus huesos, más específicamente en la espalda, justo debajo del hombro. El cáncer del hueso es una metástasis del cáncer del seno. A Manuel le pasó algo similar. En algún momento se le ha desarrollado una formación celular anormal (un cáncer) en sus pulmones, aunque no se había dado cuenta porque nunca sintió dolor ni ninguna señal que lo alertara. Pero ahora, esas células han crecido y se han extendido a los huesos, en donde sí comenzaron a causarle dolor, y de ese modo se le diagnosticó el problema (el cáncer del pulmón y el cáncer metastásico al hueso). Este tipo de anormalidad celular es diferente a la que tiene Elsa, y ambas son distintas a la que le apareció a Rina, que comenzó a sentir un dolor que no desparecía y al visitar al médico se enteró que tiene un tipo de cáncer óseo que no es muy frecuente, que se desarrolló en los huesos. Este es un cáncer primario del hueso, no se diseminó al hueso. El síntoma principal del cáncer óseo es el dolor en los huesos o en alguna zona cercana, que no desaparece con el tiempo (aunque el dolor puede ser una señal de muchas cosas y no necesariamente de cáncer). El dolor también es uno de los síntomas que provoca la metástasis ósea, que al principio puede aparecer y desaparecer, que en general se vuelve más molesto por las noches y desaparece con el movimiento, pero que con el tiempo ya no desaparece. A veces, la metástasis ósea no produce ningún síntoma. Otras, las señales de que hay metástasis en los huesos pueden ser: Rotura de los huesos (porque la metástasis lo debilita). Las más comunes son en la pierna, el brazo y la espina dorsal. Adormecimiento, parálisis y problemas urinarios (debido a la presión de la metástasis sobre la espina dorsal). Pérdida de apetito, náuseas, mucha sed, confusión y cansancio, que pueden estar provocados por elevación en el nivel del calcio en la sangre. El tratamiento para la metástasis en los huesos depende de muchos factores, como el tipo del cáncer primario, a qué huesos (y a cuántos) se propagó, si cualquier hueso se ha debilitado o fracturado, qué tratamientos ha recibido anteriormente y cuál es la condición de salud general de la persona. También existen tratamientos paralelos que, si bien no combaten la metástasis, sí pueden ayudarte a calmar el dolor, desde vitaminas, dietas especiales, acupuntura hasta radiaciones, entre otros. Como siempre, todo debe estar bajo la supervisión de tu médico. Hay ciertos tipos de cáncer que, cuando se diseminan, tienen más posibilidades de causar metástasis en el hueso. Estos son: el de mama, próstata, pulmones, tiroides y riñón. Si te han diagnosticado con cáncer, independientemente de en dónde te lo hayan encontrado, lo mejor es que no dejes de hacerte los controles de rutina que te indique tu médico. Y si tienes algún dolor o cualquier otra molestia, recuerda que eso puede ser un síntoma de muchas otras cosas, pero préstale atención a tu cuerpo y no dejes de consultar con un especialista (el especialista del cáncer es el oncólogo) para que pueda sacarte de la duda y ofrecerte la mejor recomendación en tu caso particular. Y, si piensas que es necesario, pide una segunda opinión.

jueves, 21 de junio de 2012

El ginseng combate el cansancio en pacientes con cáncer

La administración de dosis altas de la planta ginseng americano (Panax quinquefolius) durante el transcurso de más de dos meses redujo el cansancio propio de los pacientes de cáncer mejor que el placebo, descubrió un estudio dirigido por Mayo Clinic. El 60 por ciento de los pacientes estudiados padecía de cáncer de mama. Los resultados se presentan en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica. Los científicos estudiaron a 340 pacientes que habían terminado el tratamiento para el cáncer o se encontraban recibiéndolo en alguno de los 40 centros médicos comunitarios. Diariamente los participantes recibían placebo o 2000 miligramos de ginseng, administrados mediante una cápsula que contenía la raíz pura y molida del ginseng americano. “El ginseng que se adquiere en las tiendas a veces es procesado con etanol, y eso puede darle propiedades similares a las del estrógeno que podrían ser nocivas para las pacientes con cáncer de mama”, comenta una de las investigadoras, la Dra. Debra Barton del Centro Oncológico de Mayo Clinic. La comparación de ambos grupos hacia la cuarta semana mostró que el ginseng puro solamente ofrecía una ligera mejoría en los síntomas de cansancio; sin embargo, hacia la octava semana los pacientes que tomaban ginseng presentaban una mejoría importante en el estado de extenuación general, descrito como una sensación de estar “molido”, “rendido”, “extenuado”, “hecho polvo”, “cansado” o “para el arrastre”. “Después de ocho semanas, se observó una mejoría de 20 puntos en el cansancio de los pacientes de cáncer, medido con una escala normalizada de 100 puntos”, dice la Dra. Barton. La planta no mostró efectos secundarios obvios, añade la doctora. La medicina china tradicional ha estudiado mucho al ginseng como fortalecedor de la energía natural. Los efectos de esta planta contra el cansancio debilitante que se presenta en hasta 90 por ciento de los pacientes de cáncer no se había analizado sino hasta el presente estudio. El cansancio en los pacientes de cáncer se ha vinculado al aumento en las citoquinas inflamatorias del sistema inmunológico, y a la mala regulación de los niveles de la hormona del estrés, el cortisol. Los ingredientes activos del ginseng se conocen como ginsenósidos, y en estudios animales demostraron que disminuyen las citoquinas por inflamación y ayudan a regular los niveles de cortisol. El siguiente estudio de la Dra. Barton será observar estrechamente los efectos del ginseng sobre los biomarcadores específicos del cansancio. “El cáncer constituye una experiencia prolongada de estrés crónico, cuyos efectos pueden durar hasta 10 años después del diagnóstico y tratamiento”, comenta. “Si con el ginseng se logra mejorar la modulación del cuerpo durante todo el tratamiento, podría también ser factible evitar el cansancio a largo plazo”. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer y la Fundación para la Investigación sobre el Cáncer de Mama. Otros autores son Breanna Linquist y el Dr. Charles Loprinzi de Mayo Clinic, el Dr. Shaker Dakhil del Programa de Oncología Clínica Comunitaria deWichita, el Dr. James Bearden y Travis McGinn del Centro Médico Regional de Spartanburg, el Dr. Craig Nichols del Centro Médico Mason de Virginia, el Dr. Greg Seeger del Centro Oncológico Altru, y el Dr. Ernie Balcueva de Saginaw en Michigan.

domingo, 17 de junio de 2012

Un subsidio para Renacer

Renacer Oncológico, recibe de la Legislatura Provincial, un subsidio para cubrir demandas de servicios, en esta oportunidad el Diputado Provincial, Ricardo Vago hace entrega del cheque al tesorero de la institución, Carlos Tabuchini. Renacer tiene necesidades para cubrir las demandas de los pacientes oncológicos como: Bastones, andadores, sillas de ruedas, pie de suero y otros elementos. Agradecemos al Congreso Provincial y al Diputado Ricardo Vago por su colaboración.

jueves, 14 de junio de 2012

Evita infecciones que pueden provocar cáncer

por Doctora Aliza • 14 de junio de 2012 ¿Sabías que algunos tipos de cáncer pueden originarse por infecciones? Tal es así que se estima que 1 de cada 6 tumores es causado por alguna infección que podría haber sido tratada y hasta evitada mediante vacunas o la simple prevención. Descubre lo que puedes hacer para reducir el riesgo de contraer cáncer por ese motivo. Una de las principales preocupaciones de salud a nivel mundial es el cáncer, que una vez que se hace presente puede ser difícil de combatir. Si bien se sabe que hay distintos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollarlo, como fumar o estar expuesto a sustancias tóxicas, en general se desconoce la causa concreta que origina la enfermedad. Sin embargo, en algunos casos, el cáncer puede ser provocado por infecciones por virus, bacterias o parásitos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la Hepatitis B y C, el VPH (virus del papiloma humano) y la bacteria Helicobacter pylori, que si no se controlan, a largo plazo pueden derivar en cáncer. Se calcula que en todo el mundo uno de cada seis cánceres es causado por alguna de estas infecciones, que podría haber sido tratada y hasta evitada, en algunos casos, si la persona hubiera recibido la vacuna adecuada a tiempo. Así lo estima un estudio desarrollado por unos científicos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer en Lyon, en Francia, según el cual las infecciones provocan alrededor de dos millones de casos de cáncer al año. En 2008, por ejemplo, de los 7,5 millones de muertes por cáncer que hubo en todo el mundo, alrededor de 1,5 millones tuvo ese origen. El virus del papiloma humano (VPH), la bacteria Helicobacter pylori y los virus de la hepatitis B y C fueron las cuatro infecciones principales que, en 2008, provocaron 1,9 millones de cánceres, sobre todo del estómago, del hígado y el cáncer cervical o del cuello de la matriz. Entre ellos, en particular, el cáncer cervical alcanzó alrededor de la mitad de los cánceres relacionados con infecciones en las mujeres; mientras que, para los hombres, los cánceres de hígado y gástricos (cáncer del estómago) dieron cuenta de más del 80 por ciento de los relacionados con infecciones. Otro dato que se desprende de esta investigación, publicada en la edición en línea del 8 de mayo de la revista The Lancet Oncology, es que el 80 por ciento de los cánceres originados por infecciones que pueden ser prevenidas o tratadas ocurre en las áreas menos desarrolladas del planeta. Para llegar a este cálculo, los científicos examinaron datos sobre 27 cánceres en 184 países y calcularon que, en 2008, alrededor del 16 por ciento de todos los cánceres se relacionaron con infecciones. En los países en desarrollo, la tasa de cánceres relacionados con infecciones fue de 23 por ciento, mientras que en los países desarrollados esa relación fue de apenas un 7 por ciento. Estos hallazgos ponen en evidencia la urgente necesidad de mejorar y potenciar los planes de salud pública para evitar y tratar estas infecciones, algunas de las cuales cuentan con vacunas para prevenirlas, como es el caso del VPH (que se contagia principalmente por el contacto sexual sin protección) y el de la hepatitis C, que se contagia por contacto con la sangre de una persona infectada, por ejemplo al compartir agujas para el uso de drogas ilegales. De todos modos, la prevención y el cuidado pueden comenzar en casa. Está en tus manos informarte y cambiar hábitos y prácticas que pueden poner tu salud en riesgo, sin necesidad. “Cuidarse es quererse”, dice la voz popular, ¡y cuánta razón tiene!

El agotamiento disminuye la eficacia de las células inmunitarias en el tratamiento del cáncer

En lugar de estimular a las células inmunitarias a combatir más eficazmente a los tumores cancerosos, los tratamientos con la proteína interleuquina-2 (IL-12) ejercen el efecto opuesto, llevando a estos combatientes intracelulares al agotamiento, descubrió un estudio de Mayo Clinic. Los resultados aparecen en Journal of Clinical Investigation (Revista sobre la Investigación Clínica). El estudio ayuda a explicar los resultados negativos obtenidos en ensayos clínicos realizados para comprobar si el tratamiento tiene la capacidad de incrementar la respuesta inmunitaria natural del cuerpo para destruir a las células cancerosas. El estudio demuestra igualmente que el mismo “agotamiento de las células T” que aflige a las células inmunitarias especializadas en las infecciones virales crónicas, afecta también a las células que combaten largas batallas contra el cáncer. Los resultados plantean la necesidad de cambiar la estrategia terapéutica para el linfoma y otros tipos de cáncer a través de apaciguar, en lugar de excitar, el efecto de las moléculas que sirven de señalizadores celulares, como la IL-12. El estudio se concentró en un tipo de cáncer, llamado linfoma folicular de células B, que ocupa el segundo lugar en frecuencia entre los linfomas no de Hodgkin. Anteriormente, el autor experto Dr. Stephen Ansell, hematólogo de Mayo Clinic, demostró en las biopsias tumorales de pacientes con linfoma folicular y otros tipos similares de cáncer, la presencia de una combinación de 50 por ciento de células cancerosas y 50 por ciento de células inmunitarias. A pesar de que aquellas células inmunitarias estén programadas genéticamente para eliminar el cáncer, parece que en realidad se contentan con cohabitar con estos vecinos mortales. El Dr. Ansell se preguntó entonces si el fenómeno conocido como agotamiento de las células T podría ser la causa para esta situación, y los resultados de este estudio plantean que efectivamente lo es. “Es igual que arar en el mar”, dice el Dr. Ansell. “Nuestro estudio plantea que muchos métodos de inmunoterapia son fútiles, porque estas células ya traspasaron el punto en el que podían realizar su trabajo de atacar y eliminar a las células cancerosas. Antes de poder estimular al sistema inmunitario, es preciso revertir ese estado de agotamiento para que las células T del cuerpo puedan volver a funcionar”. Al agotamiento de las células T se descubrió hace pocos años dentro del contexto de las infecciones virales crónicas, como el citomegalovirus (CMV), la hepatitis y el VIH. Los científicos descubrieron que la lucha constante e implacable contra estos virus ocasionaba el desgaste del contingente fundamental de la respuesta inmune, conocido como células T. Las células agotadas no podían proliferar, reclutar otros miembros del ejército inmunitario o eliminar a las células enemigas, ni siquiera con estimulación artificial. Además, estas células T empezaban a llevar marcas celulares de agotamiento, de forma más notoria en las proteínas PD1 y Tim-3 de la superficie celular. En este estudio, el Dr. Ansell y sus colegas realizaron pruebas para determinar si la exposición de células T aisladas a la IL-12 podría inducir el agotamiento de estas, y descubrieron que el tratamiento con IL-12 sacó a la superficie celular el marcador Tim-3 de agotamiento celular. Cuando intentaron experimentalmente estimular la actividad en aquellas células inmunitarias, descubrieron que las células T no podían proliferarse ni producir las moléculas señalizadoras del sistema inmunitario conocidas como citoquinas. “Creemos que la IL-12 es útil a corto plazo, pero perjudicial a largo plazo”, añade el Dr. Ansell. “Prácticamente es como verter gasolina sobre una fogata: la llamarada es grande, pero luego todo se consume hasta la nada”. Los científicos descubrieron que mientras más células marcadas con Tim-3 hay en un determinado tumor, peor es el pronóstico del paciente. Además, demostraron que las células T podrían recuperar su función normal al bloquear el Tim-3. “Una vez que se formulen todos los factores que contribuyen al agotamiento, el siguiente paso será descubrir cuáles pueden realmente revertirse, especialmente en los pacientes”, explica el doctor Ansell. “Algunas de estas citoquinas cumplen una función fundamental en el cuerpo, y no se trata de revertir los efectos buenos junto con los malos”. Los Institutos Nacionales de salud financiaron el estudio. Los coautores del estudio son, por parte de Mayo Clinic, el Dr. Zhi Zhang Yang, Deanna Grote, Steven Ziesmer, la Dra. Anne Novak y el Dr. Thomas Witzig; por parte de GalPharma Co. en Kagawa, Japón, Toshiro Niki; y por parte de la Universidad de Kagawa en Japón, el Dr. Misuomi Hirashima.

Biomarcadores para detectar cáncer de próstata y recurrencia

Las alteraciones en los interruptores de “apagado y encendido” de los genes se presentan pronto en el desarrollo del cáncer de próstata, y pueden usarse como biomarcadores para detectar la enfermedad, meses e incluso años antes que los métodos actuales, descubrió un estudio de Mayo Clinic. Estos biomarcadores, conocidos como perfiles de metilación del ADN, también pueden predecir si el cáncer volverá a presentarse y si la recurrencia permanecerá localizada en la próstata o, por el contrario, se diseminará hacia otros órganos. El estudio, publicado en la revista Clinical Cancer Research (Investigación clínica sobre el cáncer), es la primera en capturar los cambios en la metilación que ocurren en todo el genoma humano con el cáncer de próstata. El descubrimiento puede algún día ayudar a los médicos a diagnosticar antes el cáncer de próstata y a tomar decisiones más eficaces sobre el tratamiento, a fin de mejorar las tasas de curación y disminuir las muertes. Además, el descubrimiento señala el camino para el desarrollo de nuevos fármacos que reviertan los cambios en la metilación del ADN, “enciendan” nuevamente el interruptor de “apagado” y devuelvan al código genético a su estado normal, no canceroso. “Nuestro método es más exacto y confiable que la prueba del PSA (antígeno prostático específico), de amplio uso” comenta la autora principal, Dra. Krishna Donkena, bióloga molecular de Mayo Clinic. El examen del PSA detecta todas las anomalías de la próstata, sea inflamación, cáncer, infección o agrandamiento; mientras que los cambios en la metilación del ADN son específicos al cáncer de próstata, añade la bióloga. A pesar de que las instrucciones para todas las actividades celulares se encuentra dentro de los genes, el “encendido” o “apagado” de un gen se determina por la presencia o ausencia de etiquetas químicas o grupos metilo (metilación), junto con el ADN subyacente de la célula. El cáncer se desarrolla cuando el proceso de metilación del ADN apaga la actividad de los genes supresores de los tumores. La Dra. Donkena y sus colegas analizaron el estado de metilación de 14 495 genes, de 238 pacientes con cáncer de próstata. El grupo de pacientes se componía de personas que permanecieron libres de cáncer después del tratamiento, de otras que presentaron recurrencia localizada del tumor y de algunas cuyo cáncer se diseminó. Los científicos descubrieron que los cambios en la metilación del ADN ocurridos durante las primeras etapas del desarrollo del cáncer eran casi idénticos en todos los pacientes. Una vez descubiertos los patrones de metilación del ADN que pueden distinguir entre el tejido sano y el canceroso, los científicos buscaron biomarcadores similares que distinguieran entre los pacientes con distinto grado de riesgo para recurrencia. Descubrieron alteraciones distintivas en la metilación que correspondían a pacientes con un tumor de crecimiento lento, conocido como tumor indolente, o con uno agresivo. Si los médicos pudieran determinar el tipo de tumor de los pacientes, sería posible evitar exponer a los pacientes con tumores indolentes a un tratamiento innecesario, y tratar a quienes tienen tumores agresivos antes y con mayor eficacia, comenta la Dra. Donkena. La Dra. Donkena y sus colegas se encuentran trabajando en el desarrollo de una prueba sobre la metilación del ADN que sea más costo-eficaz y práctica de utilizar en el entorno clínico. Actualmente, estos exámenes confían en los microarreglos, o tecnología de “chip” genético, que evalúa el estado de metilación de los genes en todo el genoma. Los científicos intentan crear más microarreglos económicos y a medida para buscar específicamente sólo los genes que predicen el desarrollo del cáncer de próstata o su recurrencia. Además, esperan desarrollar fármacos capaces de revertir la metilación del ADN en las células del cáncer de próstata. Otros fármacos similares están ya en uso para tratar ciertos tipos de leucemia. Los coautores del trabajo son, por parte de Mayo Clinic, Saswati Mahapatra, el Dr. Eric Klee, el Dr. Charles Young, el Dr. Zhifu Sun, el Dr. Rafael Jiménez, el Dr. George Klee, y el Dr Donald Tindall. La Sociedad American contra el Cáncer y el Departamento de Defensa financiaron el estudio.

Las señales de cáncer que los hombres dejan pasar

Por la doctora Aliza Las señales del cáncer a veces pueden ser imperceptibles o se hacen notables cuando ya es demasiado tarde para poder actuar. Por eso, en este artículo te contamos cuales son algunas de ellas, para que no te encuentren desprevenido ni las dejes pasar por alto. ¿Cuánto hace que no vas al médico… y que toleras esa molestia innecesaria? Posiblemente más de lo que creías. Pues puede ser algo hasta cultural. Aunque el dicho dice que “los hombres no lloran”, en general esto se extiende a que los hombres tampoco se quejan, ni se enferman, ni van al médico. El “verdadero hombre” tiene que ser fuerte, más aún si se trata de un latino. Fíjate que aquí vamos a proponerte todo lo contrario: un hombre verdaderamente valiente es aquel que se anima a ir al médico, el que escucha sus molestias (dolencias) y las atiende sin perder tiempo y el que cuida su salud, que es la mejor manera de seguir siendo fuerte y vigoroso. Y para que cuentes con más armas para combatir los “males” que pueden ocurrirte, aquí te contamos algunas señales del cáncer que pueden pasar desapercibidas o confundirse con problemas menores. Por ejemplo, muchos se sorprenden al saber que los hombres también pueden tener cáncer de mama o tumores benignos en los pechos. En general, esto se detecta por la presencia de un bulto o quiste. Pero también pueden presentarse otras señales como dolor en el pecho y cambios en los pezones, que pueden caerse, hundirse o ponerse escamosos. Otros síntomas que suelen pasar desapercibidos tienen que ver con el cáncer testicular, que también puede causar un bulto, que por lo general no duele y a veces es difícil de detectar o no es detectable al tacto. Otras sensaciones que puedes tener son: dolor, inflamación o alargamiento de los testículos. Por último, a continuación te indico algunas señales de uno de los principales tipos de cáncer que afecta a los hombres y que es una de las causas principales de muerte por cáncer entre los varones: el cáncer de próstata. Problemas de erección. Un tema difícil de reconocer y de hablar. Si bien puede ser disfunción sexual provocada por otros motivos, una de las señales del cáncer de próstata es que alcanzar la erección o sostenerla se vuelve más difícil. Dolor en el abdomen, las caderas, los muslos o la ingle. Toda la zona de la ingle y la parte baja de la espalda puede dar señales, a veces con dolor, otras veces con una sensación de pesadez o presión. Si sientes algo raro o que no está como antes, no dejes de consultar al médico. Dolor o dificultad para orinar y/o cambios en el flujo de la orina. En general, muchos sienten que una vez que llegan al baño no pueden orinar o comienzan a hacerlo, pero el flujo de orina se detiene o es muy débil. En general, estas señales se relacionan con problemas de salud que no ponen en riesgo tu vida, pero pueden estar indicando un cáncer de próstata que comienza a formarse. Vale la pena visitar al médico y quitarse la duda. Es importante que aprendas a escuchar a tu cuerpo y reconocer señales de situaciones que pueden no estar bien. La idea no es que entres en pánico con cada dolor o molestia que se presente, sino que seas prevenido y puedas buscar asesoramiento médico a tiempo, para poder combatir cualquier tipo de mal y seguir siendo el hombre fuerte y valiente del hogar.

Se relaciona una proteína con la expansión del cáncer de mama al pulmón

Cuando el cáncer avanza puede expandirse desde el lugar en el cuerpo donde se originó a otras partes del mismo. Eso es lo que se conoce como metástasis. Cuándo y de qué modo lo hace es difícil de saber. Un nuevo estudio relaciona a una proteína con la expansión del cáncer de mama al pulmón. Estos hallazgos permitirían detectar de antemano el riesgo de desarrollar esta metástasis así como de encontrar nuevas formas de combatirla. Sigue leyendo para que te informes bien. Una de las principales preocupaciones en temas de salud es el cáncer, no importa en cuál órgano se desarrolle, ya que muchas veces puede volverse una enfermedad agresiva y difícil de combatir. Mucho más cuando se traslada del punto de origen a otras partes del cuerpo, afectándolo en varios frentes. Para decirlo de un modo sencillo, nuestro cuerpo está compuesto por muchos tipos de células diferentes. Cuando aparece el cáncer significa que en algún lugar se ha formado una célula extraña o anormal, que empieza a crecer como cualquier otra célula y tratar de hacerse un lugar entre las que normalmente se desarrollan en el cuerpo. Es como una invasión: las células del cáncer quieren conquistar un territorio que no les pertenece, y según qué lugar invadan será el nombre o el tipo de cáncer que se forme. Por ejemplo, si se aloja en el estómago será cáncer del estómago, si lo hace en el pulmón será cáncer de pulmón y así sucesivamente, según donde se origine el tumor. Cuando una célula tumoral maligna o cancerígena que se desarrolló en un lugar del cuerpo sigue su conquista y se instala en otra parte, se dice que hay metástasis, por ejemplo, cuando nace en el estómago y se expande al páncreas. En este caso, la metástasis en el páncreas es diferente al cáncer del páncreas propiamente dicho ya que, en el primer caso, es la misma célula que se desarrolló en el estómago la que luego invade al páncreas. Sigue siendo cáncer de estómago atacando al páncreas en su proceso de expansión. Lo mismo ocurre con el cáncer de mama o seno, que es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres de todo el mundo. Y al igual que en otros casos, cuando el cáncer de mama avanza puede trasladarse a otras partes del cuerpo y formar metástasis: en los huesos, el hígado o los pulmones, por nombrar sólo algunos ejemplos. En busca de nuevas formas de combatir esta enfermedad, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), en España (en colaboración con otras entidades e institutos de investigación europeas), ha encontrado que una proteína denominada peroxirredoxina 2 (PRDX2) podría estar involucrada específicamente en el desarrollo de la metástasis del cáncer de mama en los pulmones. La PRDX2 es una enzima que protege a las células de los radicales libres, que son los responsables de dañar los tejidos y producir envejecimiento y algunas enfermedades. Del mismo modo, una cantidad elevada de PRDX2 también protegería a las células del cáncer de mama y promovería su crecimiento y su proliferación en los pulmones. Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la edición digital de abril de la revista Oncogene, los científicos han realizado varios experimentos en líneas celulares y en modelos animales de ratones que demuestran que niveles bajos de expresión de PRDX2 en células tumorales son suficientes para interrumpir el proceso de formación de metástasis en el pulmón. De ser así, los especialistas no sólo podrían detectar con anticipación cuando una persona con cáncer de mama tiene riesgo de que éste se le expanda al pulmón, sino también pensar en nuevas formas de combatirlo. Por el momento, éste es un experimento de laboratorio que brinda nuevos datos para acercarnos al conocimiento sobre cómo se desarrolla el cáncer y la metástasis (su expansión a otros sitios). Mientras tanto, recuerda que con un estilo de vida saludable (que incluya ejercicios y una alimentación apropiada) es posible disminuir las posibilidades de que éste se desarrolle y, en caso de que estés leyendo este artículo porque has sido operada del cáncer de mama, recuerda que cada caso es diferente y que el tumor maligno no tiene necesariamente porqué expandirse a otras partes del cuerpo. Sólo debes seguir los cuidados que te ha indicado el médico y no dejar de hacerte los controles periódicos para estar siempre alerta y dar batalla, en caso de que haya alguna nueva amenaza.